Quienes están en la onda de la seguridad personal tienen claro que se deben agotar todos los recursos, bien sea por el bienestar propio y de los nuestros. Desde las puertas de seguridad hasta las cajas fuertes, todo es válido.

Ahora bien ¿existe un lugar predilecto en el hogar donde se pueda instalar una caja de seguridad? Quizá conviene pensar en lugares no tan obvios para instalar una caja fuerte, pero nuestras recomendaciones no te vendrían mal ¿o sí?

Lo primero que debemos tomar en cuenta al momento de ubicar una caja de seguridad en el hogar u oficina es el tipo de pared con el que contamos, además del mobiliario que forma parte de la estancia seleccionada.

Las características de las paredes, del suelo, además de los emplazamientos del espacio, y el fácil o difícil acceso al punto deseado son también puntos que deben ser analizados al momento de instalar una caja fuerte.

Los materiales de construcción de paredes y suelos deben ser tan o más resistentes que nuestra caja de seguridad, pues de nada serviría contar con un dispositivo de gama alta, sumamente sofisticado, si lo demás no está a tono.

Las cajas de seguridad por lo general van ancladas en las paredes, por lo que existen unos cuantos modelos que puedes escoger el de tu preferencia, siempre y cuando se adapte a sus necesidades específicas.

Cuando una caja fuerte es de sobreponer, generalmente se instala con el uso de elementos como tacos y tornillos:

Caja de seguridad anclada en la pared: Es ideal para paredes y muros con altísima resistencia. Entre ellos destacan los fabricados con materiales como el ladrillo, la piedra o el hormigón.

Caja de seguridad anclada al piso: Son perfectas para pisos a base de hormigón, piedra, los que están hechos de terrazo o cerámicas son alta resistencia en lugares como viviendas y oficinas.

Caja de seguridad anclada a un mueble: No es del todo el modelo más aconsejable. Sin embargo, si no queda otra alternativa, el mobiliario seleccionado debe ser de materiales resistentes como el acero. Además, estos deben estar sujetos a la pared y al suelo.

La discreción es un punto clave al momento de hablar de una caja fuerte. Bien sea en la casa o en la oficina, estos dispositivos deben estar en sitios en los que la menor cantidad de personas posibles sepan que están allí.

Hay quienes diseñan sus hogares en base a un plan e incluso en los planos ya señalan dónde quieren que se instale un espacio para una caja fuerte. Este sería un error garrafal, pues estamos expuestos a que muchas personas ajenas sepan cómo ubicarla.

Los lugares camuflados, donde haya otros objetos que distraigan la atención de ladrones y personas extrañas, son los más recomendados para instalar nuestras cajas fuertes. Evita los lugares comunes o predecibles.

Hay sitios que lucen demasiado evidentes ante la colocación de una caja fuerte. Por ejemplo, quién no iría al dormitorio o al estudio para buscar entre las paredes, detrás de algún cuadro o de algún matero.

Los armarios, detrás de la cama o debajo de esta, el baño o la oficina son otros de los sitios que no se recomiendan para instalar una caja fuerte. La idea es reinventarse y pensar en sitios tan poco comunes que ni tú mismo pensarías que una está instalada allí.

Hay trucos que puedes poner en práctica para despistar, como colocar una caja de seguridad a una altura muy por encima del promedio. También en un sitio muy bajo o detrás o debajo de objetos que de plano hagan insospechada la presencia de tu caja fuerte.

Esto no cuenta como lugar donde instalar una caja fuerte sino una recomendación en general. Evita que el dispositivo esté en contacto con la humedad, pues de esa forma corre riesgo.

El mecanismo de una caja de seguridad es vulnerable a la humedad, por lo que no conviene instalarla en espacios cercanos a cañerías o escapes de agua, donde haga mucho frío, etc.